La mezcla de ingredientes sencillos; tal como el agua, harina, la masa madre y la sal, combinados con el proceso artesanal; completamente diferente al de la “ pizza convencional” permite desarrollar un producto de una calidad única, y de fácil digestión gracias a varios factores característicos:
- El uso de masa madre, cuya fermentación es de 48 horas.
- La Alta hidratación de la masa; 70%.
- Una vez amasada, vuelve a pasar por un proceso de fermentación (unas 8 horas)
El resultado, gracias al amasado manual y de la alta temperatura que alcanza nuestro horno de piedra refractaria; es una masa crujiente por fuera pero esponjosa por dentro… nos aseguramos de que la característica burbuja de aire esté presente en todas y cada una de las porciones de nuestra única “Pinsa”.
El aroma y la textura de nuestra Pinsa, se conserva perfectamente y llega a tu mesa como si estuviera recién salida de nuestro horno.
¡Ideal para añadir los ingredientes que más te gustan!